SMART CONTRACTS: Una breve introducción a la revolución en el sector legal – por Pablo Viedma

Desde hace tiempo escuchamos las expresiones smart-contracts, Blockchain, ICO, Bitcoin, pero no tantos saben bien de lo que hablan o a lo que se refieren, aunque cada vez son más.

Es merecedor de nuestra atención que antes dediquemos unas líneas a la tecnología de la que emergen y que respalda a los smart-contracts, Blockchain. Ésta es una tecnología de registro distribuido que actúa como un registro mayor de eventos digitales. Se organiza en bloques protegidos y enlazados entre sí mediante criptografía que basa su funcionamiento en consenso P2P. Es permanente, inmutable y distribuido.

¿Qué son?

Los smart-contracts no son contratos al uso. Realmente son líneas de script diseñadas para ejecutar una operación si se da una condición.

¿Qué características poseen?

  • Son autoejecutables ¿Qué quiere decir? Que no necesitamos a un tercero “de confianza” que lo ejecute o valide la condición por nosotros, y lo que impresiona más, que no necesitamos conocer quién es la otra parte (pero esto es otro tema). Es decir, el programa que ejecuta el script detectará que la condición o hecho se ha dado –“A”- y por lo tanto ejecutará la consecuencia –“B”-.
  • Son inmutables. Como es lógico si la tecnología que los respalda nos ofrece inmutabilidad del registro, aquello derivado de un smart-contract, también lo será.
  • No necesitan a un tercero o conocer a la otra parte. Están basados puramente en hechos objetivos que no dan lugar a la interpretación que tanto nos gusta a los juristas. No necesitan de la confianza en un tercero o en la contraparte, ya que producido un evento, se ejecutará el “acuerdo”. Por lo que, por ejemplo, para una transacción de criptomonedas (lo más básico que podemos imaginar), mediante criptografía y comprobación de los hashes del bloque, se comprobará que un usuario “X” posee suficientes unidades, que provienen de una o varias transacciones anteriores, para poder transmitírselas a “Y”, siendo que ambos están identificados por el hash de una clave pública que se ha creado en base a una clave privada otorgada al crear un usuario en la aplicación cliente de una blockchain concreta, con la cual “X” de forma correcta firma la operación a ejecutarse.

¿Pero y cómo se comprueba que el suceso ha ocurrido?

En el caso de que el evento se haya producido en la propia cadena de bloques, será sencillo, pues serán los nodos a través de su función de validadores, como exponíamos quienes den validez a la operación.

Pero no obstante ¿Y si el evento se ha producido fuera de la cadena? En este caso, la Blockchain a través de los oráculos registrará que el evento se ha producido fuera y lo transformará en un evento digital que se añada a la cadena, el cual una vez confirmado dará lugar a la ejecución.

Este artículo ha sido escrito por Pablo Viedma, Head of Tech & Privacy y abogado asociado en Aktion Legal Partners; además de investigador en temáticas como la sovereign identity y la ciberseguridad.

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